Créditos hipotecarios
Este tipo de créditos permiten a las personas adquirir una vivienda.
Es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales.
En este caso, la propiedad adquirida queda en garantía o “hipotecada” a favor del Banco para asegurar el cumplimiento del crédito y por eso este crédito lleva esa denominación.
Sin embargo, también un crédito hipotecario puede ser otorgado “para fines generales”, es decir, para utilizar el dinero en los proyectos que el cliente que recibe el préstamo desee llevar a cabo.
En este caso, también se utiliza un bien inmueble para ser hipotecado y quedar como garantía del pago del préstamo recibido.
Los plazos a los cuales se otorgan estos créditos son de varios años, lo cual debe ser informado dentro de las características del crédito, junto a los otros costos y tasa de interés asociadas.
¿Para qué se puede usar un crédito hipotecario?
El crédito hipotecario es una herramienta muy versátil que se puede utilizar para apoyar el financiamiento de muchos “destinos” como:
Adquisición: Cuando quieres comprar una vivienda, ésta se queda como garantía y, al liquidar el crédito, la vivienda será tuya.
Construcción: Este crédito permite financiar diversos gastos relacionados con la construcción de una vivienda completamente nueva sobre un terreno propio.
Preventa: Se usa para la compra de viviendas que están en proceso de construcción en un desarrollo.
Remodelación: Se refiere a un préstamo que permite hacer una mejora o un arreglo a la vivienda que ya es tuya.
Sustitución: Este es un caso en el que ya cuentas con un crédito hipotecario emitido por otro banco y, buscando mejorar tu tasa de interés o reducir el plazo del crédito, buscas que otro banco liquide esa deuda para pagar lo remanente bajo mejores condiciones.
Terreno: Cuando se busca comprar un terreno, un crédito hipotecario se puede contratar para ayudar con su adquisición. Es común que se pida que el uso de suelo sea habitacional y que tenga acceso a servicios como agua y luz.
Liquidez: Es un préstamo que adquieres dejando una vivienda propia como garantía. Esto puede ser para cubrir otras deudas o para tener más recursos disponibles.
En conclusión, un crédito hipotecario es mucho más versátil de lo que la gente puede pensar a simple vista. Aunque es una excelente herramienta para hacerte de un bien inmueble y formar un patrimonio, debes siempre fijarte en las condiciones en las que contratas un producto, al igual que con cualquier tipo de crédito. Recuerda que el uso responsable de los créditos es fundamental para tener salud financiera. Conoce más sobre los pasos y costos para contratar un crédito hipotecario aquí y visita nuestro simulador sobre el funcionamiento de un crédito hipotecario.
¿Cuáles son las principales características de los créditos hipotecarios?
Este tipo de préstamo se otorga exclusivamente para la compra de un bien inmueble.
La garantía de pago del crédito se fija con la misma propiedad, por lo que en caso de que falten los pagos de las mensualidades, el cobro puede realizarse con la propiedad que se ha dejado como garantía
Al finalizar el plazo de pago del crédito, se tramita una carta de libertad de gravamen, con lo que se ratifica que no se debe dinero y que la casa ya no está hipotecada
Este tipo de préstamos se fijan a mediano y largo plazo, con planes de pago que van desde los 5 hasta los 30 años. El pago del crédito se hace de manera mensual.
Para poder contratar una hipoteca, se debe comprobar que se cuenta con ingresos adecuados a la deuda que se va a adquirir. Además, se debe tener un ahorro inicial.
La compra de un inmueble a través de un crédito hipotecario tiene relacionado algunos gastos asociados como los relacionado con los notarios y de registro de propiedad, los gastos de originación y los seguros asociados (vida y desempleo)
Este tipo de acuerdos bancarios permite la participación de una o más instituciones en el préstamo a través de esquemas de cofinanciamiento.